Iglesia Cristiana Misionera, Inc.
Sierra Bayamón, Bayamón Puerto Rico

Logo Iglesia Cristiana Misionera de Sierra Bayamón

El Plan de Dios para Ti

El plan de Dios especialmente creado y planificado para ti

Acepta a Jesucristo como el Señor y Salvador de tu alma.

Para restablecer la comunión con nuestro Creador, Él ha estipulado un plan que conocemos como el plan de salvación.  Este plan conlleva reconocer que nuestra alma y espíritu necesita ser limpiada a través del sacrificio de su hijo Jesucristo para poder tener la relación perfecta con nuestro Padre Celestial y tener un nuevo comienzo, una nueva vida bajo la cobertura de su amor y bienestar. ¿Por qué?

    • “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Romanos 3:23.
    • “Más todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12.
    • “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12.

¿Recibe usted el don gratuito sobre el perdón de pecados de parte de Jesús?

Si cree lo escrito en la Palabra de Dios y está decidido, ore al Señor. Puede hacerlo con sus propias palabras y con sinceridad de corazón, pero si necesita ayuda puede hacer esta “oración del pecador”.

Señor Jesús:
Sé que soy pecador y que necesito perdón. Sé que moriste en la cruz por mí. Me arrepiento de mis pecados y te pido perdón. Te invito a que entres a mi corazón y en mi vida. En este momento confío en ti como mi Salvador y prometo seguirte como mi Señor. Quiero una vida nueva, una vida que te agrade a ti conforme a lo que has estipulado en tu Palabra. Gracias por salvarme. Amén.

¿Le ha pedido a Cristo que perdone sus pecados? ¿Le ha pedido que lo salve? ¿Le ha dado a Jesús el control de su vida?

Si lo ha hecho, ¡bienvenido a la familia de Dios! ¿Por qué no se detiene un momento para darle gracias a Dios por su Salvación?

¿Qué quiere Jesús de usted ahora?
En primer lugar,

Él quiere que usted tenga seguridad de su salvación. Usted puede tener certeza de la vida eterna, porque ha nacido de nuevo, y el nacimiento en Jesucristo es una experiencia por la que solo pasamos una vez (ver 2 Corintios 5:17).  

En segundo lugar,

mientras tenga vida, como evidencia de que usted le ha dado a Jesús el control de su vida, Él quiere que usted confiese su fe públicamente y que le obedezca bautizándose y haciéndose miembro de una iglesia. La Biblia dice: “Los que recibieron su palabra fueron bautizados; … Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:41,47).


En tercer lugar,

Jesús desea que usted crezca hasta convertirse en un discípulo maduro y fiel. La Biblia dice: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:2,3).

Hay cuatro aspectos indispensables en el crecimiento espiritual:

    1. Alimento. La Palabra de Dios, la Biblia, es el alimento espiritual. Léala, estúdiela, memorícela, póngala en práctica y escúchela cuando es enseñada y predicada.
    2. Aliento/respiración. La oración es la respiración espiritual. Pase un tiempo todos los días hablando con Dios sobre todo lo que usted hace; sobre sus necesidades y problemas; sobre su familia y sus amigos. Dígale a Dios cuánto lo ama y cuánto le agradece por lo que Él ha hecho por usted.
    3. Ejercicio y destreza espiritual equivale a ayudar a otros, testificar de nuestra fe en Jesús, dar tiempo y energía a la obra del Señor, y ser un testimonio viviente en el mundo en que vivimos.
    4. Descanso. La adoración (colectiva e individual) es el descanso espiritual. Descansar es esperar en Dios con serenidad, es renovación física y espiritual.

En cuarto lugar,

Jesús quiere que usted sea victorioso en su vida diaria. La vieja criatura querrá volver a imponerse o la llamada “carne” que son sentimientos y conductas dirigidas a deseos carnales que ofenden a Dios. Pero Jesucristo está dispuesto a darte fuerzas para que seas obediente a su Palabra, que es la que te mantiene santificado, limpio para mantener ese futuro reencuentro con tu Salvador. Habla con tu Dios y sinceramente dile que no quieres volver atrás y que te revista de su Espíritu Santo, que es el que te redarguye para que vayas cambiando tu vieja manera de pensar, hablar, sentir y actuar. Desde ahora, te digo que tu hombre interno de naturaleza pecaminosa se va a resistir a cambiar y buscará excusas convincentes, pero es más importante obedecer a Dios que al hombre. 

Juan 17:17 – “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la verdad”.

Hebreos 12:14 – “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.

Marcos 8:34-38 “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?  ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?  Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

La Biblia dice: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4).

    • La vida cristiana es una batalla, pero estamos seguros de la victoria, porque “mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4)
    • Aun con la victoria asegurada, habrá momentos de desobediencia y habrá fracasos porque somos humanos. Dios ha provisto el medio para poder ser limpiados diariamente de nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
    • De manera que cuando usted peque, no lo niegue ni trate de disculparse. Dígaselo a Dios y aférrese a su promesa divina de perdón.

Juan 3:16-17 – “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.”

Referencia – Santa Biblia
Letra Grande Edición Especial con Referencias

 

Si has tomado la decisión, acepta y reconoces todo lo antes compartido bajo el “Plan de Salvación”, recibe de nosotros un abrazo bajo el amor de Jesucristo, te felicitamos. Has hecho la decisión que cambiará tu vida radicalmente,
totalmente.

Recuerda, permanece fiel. Comunícate con nosotros. Queremos incluirte en las oraciones de la iglesia.

Que la paz de Jesucristo esté sobre tu vida hoy y siempre.

¡Dios te bendiga!